El relato gira en torno a un heroico caballero medieval, quien portaba una bella armadura.
La cual reflejaba los rayos de sol.
Con el tiempo, el caballero se habituó a llevarla siempre puesta sin quitársela ni para dormir.
Un día, tras las súplicas de su esposa, decide quitársela y descubre que no puede.
Así es como comienza un largo peregrinaje para encontrar ayuda para poder deshacerse de su armadura.
En esta jornada recibirá la ayuda
del mago Merlín y de otros personajes del cuento popular europeo.
Personajes
Caballero:
El protagonista, un caballero, el cual se
considera como bueno y generoso, según el código de honor de la caballería
andante, se trata del protagonista.
Julieta:
La esposa del caballero, cansada de que su marido
no se quite la armadura lo amenaza con abandonarlo si no lo hace.
Cristóbal:
El hijo del caballero, un niño de cabellos
dorados, quien ya no recuerda el rostro de su padre sin su armadura.
Herrero:
El hombre más fuerte del reino y servidor del
caballero, en un episodio intenta quitarle la armadura.
Bolsalegre:
El bufón del reino, guía al caballero al lugar
donde se encuentra Merlín
Merlín:
El mago del ciclo artúrico que ayuda al caballero a
llegar a su destino.
Ardilla:
Acompaña al caballero durante el viaje.
Rebeca:
Paloma mensajera que también lo acompaña.
Sam:
El yo interior del caballero que le aconseja,
ayudándolo tanto en su camino como a escucharse a sí mismo.
Dragón del Miedo y la Duda:
Custodia el Castillo de la
Voluntad y la Osadía, ayuda al caballero a enfrentar sus miedos y a conocerse a
sí mismo.
Rey:
Se encuentra con el caballero en el Castillo del
Silencio y le dice como salir.
Índices
Capítulo primero: El dilema del caballero.
Capítulo segundo: En los bosques de Merlín.
Capítulo tercero: El sendero de la verdad.
Capítulo cuarto: El castillo del silencio.
Capítulo quinto: El castillo del conocimiento.
Capítulo sexto: El castillo de la voluntad y la osadía.
Capítulo séptimo: La cima de la verdad.
Muestra una serie de enseñanzas relacionadas con diversos aspectos de la ética y la moral personal.
Lleva a enfrentar el hecho de que,
por muy sociables que se sea, se tiene la tendencia de evadir los momentos que
obligan a estar a solas con la persona a quien más se desconoce: nosotros
mismos.
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